jueves, 31 de octubre de 2013

Averiguación #1: ¿Vivo o muerto?

-SIETE AÑOS ANTES-


Kristtoffinno observaba desde su cómodo sillón fucsia al adolescente que sentaba frente a su escritorio. Estaba quieto y tenso como un insecto que espera para devorar a otro, sus ojos hundidos y oscurecidos por las ojeras tenían un iris verde muy familiar.
Kristof se sonrió a sí mismo ante la imagen del andrajoso muchacho; sabía detectar la desesperación en una mirada. Y también sabía que en momentos como ése cualquiera se agarraría sin dudarlo al salvavidas que le ofrecieran, incluso si este era una cadena, incluso si estaba hecho de alambre de espino. Sólo se necesitaba estar suficiente ahogado y aquel chico había llegado a tal punto. ¿Cómo no iba a estar encantado?
El cuello volvió a chasquearle por la tensión acumulada. -¿Sabes lo que eres? –preguntó con una risita.
El chico le mantuvo la mirada fija. Finalmente asintió una sola vez, secamente. Kristof hizo un gesto con la mano para que continuase. –Soy un híbrido: medio demonio.
-¡PERO SÍ HABLAS! –dio un dramático salto en su asiento-. ¡¡Empezaba a pensar que eras mudo, chiquillo!! Jaja. –entre risas volvió a tomar asiento correctamente, el cuello volvió a traquetearle bruscamente sobre los hombros- Sí, exactamente –su sonrisa era tan grande que las comisuras podrían haberle tocado las orejas. –Pero no cualquier demonio… ¡tu madre era una Seamair, una demonio de la locura! Por lo que he visto en aquellos callejones, parece que tú tienes esos mismos poderes… algo muy extraño –no pareció verse alterado por sus palabras. Kristof lo pasó por alto, de hecho, sabía perfectamente que los pocos días que llevaba bajo su techo poco podrían sanarle. Al menos no realmente, no del todo. Como es bien sabido, hay cosas que el cuerpo puede superar, pero te destrozan el alma; lo había encontrado moribundo y delirando, y seguiría así por mucho tiempo… más muerto que vivo. Si es algún día lograba reponerse-. ¿Sabes por qué es extrañisisimo, por qué está prohibida la hibridación? Ju. Es porque nunca sale bien –chasqueó la lengua-. Cuando mezclas dos razas de demonios, la descendencia tiene la mitad más/menos de las… características y la otra mitad se pierde, ¿sí, claro, ok? Eso quiere decir que si mezclamos una arpía y un hombre de fuego, la descendencia no podrá volar como una arpía, ni manejar o soportar el fuego como un hombre de fuego. Ahora imagina que en lugar que el lugar de una arpía se reprodujesen una sirena y un hombre de fuego: ¡su hijo se apagaría de entrar en el agua para respirar y se quemaría como una sardinita cuando intentara dormir en su lecho de lava! Tristeza… ¡Muy, que-te-que-re-muy exacto no lo estoy contando, pero es para que te hagas una idea ¿Sí, ok, fantástico? Es incluso peor, me temo. Que pasara eso sería lo que cabe esperar… pero… -suspiró- la verdad es que esta incompatibilidad es más extrema y los híbridos mueren antes de nacer y si nacen… -volvió a suspirar- no es sólo que su vida sea difícil. He vivido mucho y sé que a eso no puede llamársele vida: no tienen poderes en el mejor de los casos y si los tienen son incontrolables y dañinos, su cuerpo es deforme y débil y no suelen contar con todas las capacidades cognitivas que se esperaría. Lo que quiero decir es que duran poco, meses incluso, y sirven para mucho menos. Pero tú… tú eres tan normal que resulta raro. Estás delgaducho y algo enfermo, claro, pero has resistido mejor de lo que podría esperarse siendo un vagabundo… Y en cuanto a tu mente… unos inofensivos test –Kristof vio el brillo de terror en los ojos del chico, había escuchado los rumores sobre dónde había escapado el chico antes de acabar en la calle; eso sólo le sumaba prestigio… pero también posibles desajustes internos- y lo comprobaremos, pero parece que eres capaz de soportar la absorción de recuerdos ajenos… Al menos tan bien como se espera de un Seamair de pura sangre -volvió a mirarle fijamente a los ojos, dejando clara que dudaba firmemente de que, si bien su inteligencia no se hubiera visto reducida por la vil genética, la vida le hubiera averiado otro tipo de lógica, como el sentido común. Era algo que pasaba a menudo y en cualquier momento en los demonios de la Locura, a veces útil y otras no tanto; lo valoraría con el tiempo.
-¿Qué quiere… de… mí? –sonaba ronco y dubitativo, como si hiciera años que no hablaba.
-Tú has salido bien –ensanchó su ya de por sí gran sonrisa; empezaba a parecer que la cabeza se le dividiría en dos- y me encantaría conservarte, ¡estoy seguro de que serías muy útil! Pero existe la norma de asesinar a los híbrido, ya te habrás percatado –esperó hasta que asintió para continuar hablando-. Tengo que matarte… Pero no quiero, no me da la gana, así que he inventado una solución: ¡un impuesto! Me encanta recaudar –suspiró con una expresión soñadora. De repente dio una palmada y volvió a la realidad-. Si eres capaz de dar ingresos suficientes, ninguna de esas sanguijuelas codiciosas que forman nuestra familia te pondrá un dedo encima. ¿Sí, ok? ¡Fantástico! –se metió un regaliz en la boca-. Quiero decir, si les enriqueces tanto como para ser rentable, te protegerán incluso. Pero de entrada –chasqueó la lengua- cuentas con tan poco apoyo social que el precio tendrá que ser muy alto… y, por supuesto, de por vida… mientras quieras seguir viviendo… de lo contrario ¡te encontraran y descuartizaran en público! –volvió a soltar una risilla atolondrada-. Pero también se me ha ocurrido una solución para acabar con eso… Soy el más poderoso de esta dimensión, pero necesito cierto consenso para dirigir: no puedo actuar en contra siempre que me plazca. Aunque me encanta. Quiero decir, aceptaran el impuesto porque les gusta el dinero, pero no quitártelo sin matarte a cambio. Yo no puedo ofrecer nada más. Salvo que no fuera yo quien gobernara… Los híbridos no pueden dirigir ni siquiera admitirán que seas alguien de peso en las decisiones, pero esa es una norma que, con un par de sobornos, extorsiones y alguna distracción, podría abolir para que, a hechos consumados, mi heredero, si éste es un híbrido, pudiera gobernar. Algún día querré retirarme, ¿por qué no? Aunque aún tengo que dar los últimos retoques a la revolución y… Miredlla… -Kristof se perdió en algún lugar y tiempo muy lejos de aquella habitación. Su expresión se disolvió como si se sumergiera en una bruma gris. Aleteó las pestañas y volvió a sonreír, sus ojos verde lima relampaguearon como si pretendieran conscientemente devolver la luminosidad a su rostro- Por supuesto es una estrategia que necesita mucha planificación y ser realizada rápidamente para que no dé tiempo a rebelión, es decir, cuando lo creamos listo… 1) Plantearte como candidato e inmediatamente crear alguna distracción… como podría ser una batalla por la sucesión con otro candidato, para que no se rebelen en el acto, ¡así, tal como buenos burgueses acomodados, creerán que puede que no salgas elegido y no tengan que molestarse en organizarse! De hecho, conozco a la competidora ideal, jajaja, ya te la presentaré. Eso está muy bien, pero supongo que entiendes que 2) tendrás que ganarte el puesto a pulso, por meritos propios. Yo también querré ganar beneficios para concederte ese cargo –rió-. Ese apartado te lo dejo sólo a ti; tengo ganas de ver esa pelea, jijiji. Y siento advertirte que no eres aun mi preferido: ¡veo potencial, pero no te conozco apenas, aun no te tengo aprecio como para impedir tu muerte! Trabájatelo duro y no les des excusas para matarte. 3) En el momento en que ganes, eliminaré todas las clausuras contra los híbridos y el impuesto. Habiendo ya ganado el juego, los demás tendrán que callarse y acatar los cambios. Este es mi cebo, lo haré si tú consigues posibilidades, así que ve pensando qué harás… espero mucho espectáculo, ¡que conste! ¿Aceptas? No te veo con muchas ganas… Pero si prefieres resignarte a una vida de semi-esclavitud o directamente no aceptar estas condiciones y morir… ¡por mí vale! ¡Perfecto, re-que-te-chachi! -se encogió de hombros, el cuello volvió a producir un chasquido raro. –¿Dudas?
-¿Qué le pasa en el cuello?
-Oh, nada, lo tengo roto y nunca cura bien del todo, no más. Después de cuatro siglos te acostumbras.


domingo, 6 de octubre de 2013

¿Y qué queréis saber?



Ya que esto se titula "Averiguaciones", pensé que nos podría ayudar el saber qué queréis vosotros, los lectores, saber. 
Resolver vuestras dudas.

¿Qué os sigue intrigando? ¿Qué no habéis entendido bien? 
¿Algo que os despierte la curiosidad?

Decídmelo en un comentario o cómo os apetezca más y buscaré entre mis archivos la forma de responderos.
Adelante, no os cortéis. Yo haré lo que esté en mi mano por resolverlo a lo largo de las entradas.